El cielo nos ha negado...

Hoy, el cielo nos ha negado…

Y entonces, un día despertamos al mundo y lo descubrimos: nosotros no renegamos del cielo, no teníamos motivo para hacerlo, no teníamos interés en hacerlo… Pero Él nos desconoció, nos estigmatizó y nos señaló ante sus acólitos y sus cerdos terrenales…

Nos negó porque fuimos incapaces de conformarnos a seguir la interminable fila de seres carentes de identidad, nos dejó fuera de sus planes porque decidimos creer que podíamos aspirar a más de lo que nuestra sociedad nos ha predeterminado. Nos negó porque no somos capaces de aceptar que la redención final prefiera aceptar en su gloria a un ser mediocre, que le merezca una nueva oportunidad, en vez de dársela a aquellos que volteamos nuestra mirada hacia la libertad.

Estamos fuera, estamos negados de la divinidad. La vida predeterminada nos ha convertido en enemigos de Dios, de SU Dios, de aquel que han fabricado día tras día para mantenernos a raya, de aquel que diseñaron para permitir que sus imperios materialistas nos pasen encima una y otra vez sin que seamos capaces de despegar nuestras rodillas del suelo. De aquella macabra invención celestial que nada debe tener en común con la tal vez probable existencia de algo más grande y más allá de nosotros mismos...

Para el cielo de arriba probablemente somos tan indiferentes como éste lo es para nosotros… pero el cielo de silicón que el poder ha creado para las masas cerró sus puertas. El cielo nos ha negado más de tres veces, no en un día, sino en el transcurso de nuestra existencia.

Mas ELLOS son los enemigos de Dios… los que escudan su perversión bajo un nombre divino. Ellos son los herejes por las atrocidades cometidas siglos y siglos atrás, ahora y en el futuro. Ellos son los que deberían ser negados por someter la fe y la esperanza de las masas… ellos son los que merecen arder por estigmatizar a aquellos que quieren alcanzar algo más.

Esa misteriosa entidad superior, sea real o tan solo una ilusión, nada tiene que ver con sus profetas terrenales. Éstos tratan de convencernos que ser y pensar diferente es vivir abrazando el mal.

Hemos vivido, viviremos y moriremos sin su absolución… porque el perdón es para los arrepentidos de la vida que han llevado... el perdón es para los que han decidido que estuvo mal lo que han hecho, lo que han dicho, lo que han soñado y lo que han defendido a lo largo de sus vidas.

Nosotros somos libres, vivimos con pasión… y no hay cielos redentores de convencionalismo que nos hagan dudar de nuestro camino, ni infiernos suficientes para hacernos temer por ello.

Hoy, el cielo nos ha negado…

Únanse a nosotros y haremos que los niegue a ustedes también…


Heaven Denies... próx.