El Equilibrista ( Yo Equilibrista: y mátame otra vez...)

(Permítanme advertirles mis incautos lector@s: Este va ser un post laaargo y un poco menos enredado que de costumbre… así que, quien quiera ir al baño, ¡¡¡De una vez porque no me voy a detener!!!)


Hoy, después de más de medio año con la intención y los arduos deseos de hacerlo, por fin me pude sentar un rato, olvidarme del mundo y disfrutar de una película llamada Sweeney Todd.


Por un motivo u otro, simplemente no se me había hecho ver esta película. Había leído algunas criticas encontradas y mientras unos la clasificaban de una obra maestra, otros decían que era uno de los trabajos más ridículos de Burton y Depp (de los cuales me declaro fan por cierto y por ende, tenía bien claro que después de El planeta de los simios del primero, y El Casanova del segundo, no puedes pensar que esta fuera peor).


En fin, el punto es que, al final de la película mi veredicto es absoluto: es una de las mejores películas del cine comercial que he visto... todo, absolutamente todo me encantó; pero lo que en verdad me atrapó, es la historia y el humor negro con el cual la manejan.


Bueno, no es mi intención hacer reseñas de cine... El punto al que voy es que, durante la parte en la cual (cero “spoliers”, por si es que hay algún otro baboso como era este B. del. B que no la haya visto aún) “renace” el negocio de Lucy y ella comienza a hablar con Todd de sus planes a futuro, simplemente no podía parar de reír y tenía una sonrisa de oreja a oreja.


Después de dos horas increíbles, La escena final de la cinta es, a mi humilde percepción, simplemente Hermosa.


Y es precisamente esto, mi percepción, lo que me trajo a escribir estas líneas…

En cuanto terminó la película, las telarañas de mi mente se desempolvaron y le di una repasada a la “Rated-B movie” que ha sido mi vida personal en estos últimos meses…


Por algunas circunstancias, desde hace un par de meses caí en una depresión y comencé a tener serias dudas acerca de mi forma de ver la vida, y todo aquello que estrcutura mi carácter y forma de ser.


Y las preguntas regresaron a mi mente otra vez: “¿En verdad estoy mal y las cosas no son como las veo? ¿En verdad soy incapaz de ver el lado bueno? ¿Acaso sí soy un pesimista que contagia de ello todo lo que toco?”

¿En verdad, esta mal esta mórbida-lóbrega-apática-macabra-satírica-extremista forma de ver la vida?


Y hoy, después de meses de hacer pedazos mi cosmovisión coyuntural, encontré la respuesta:


…NO.


Carajo... mírenme bien, mírenos bien a tod@s los que viven y piensan como yo y que tengo el grandísimo placer de conocer y llamar amig@s: todos aquellos que siguen estigmatizándonos con cualquiera de los adjetivos antes mencionados, permítanme aclararles una cosa.:esta visión del mundo y la vida que tan fácilmente muchos pueden llamar pesimista, es simplemente un conocimiento más profundo de la realidad.


Oh sí: esta visión negativa, no es, como mucha gente cree, por baja autoestima: es simplemente la hipótesis resultante de años y años de vivir con los ojos abiertos, de evitar a toda costa similitudes con una visión de caballo… es ver más allá de lo que el “establishment” quiere que veamos... y hoy, me doy cuenta, que estoy orgulloso de ello.


Orgulloso, porque no ha sido fácil... ¿Por que he de evitar reírme de esas secuencias en tan increíble película simplemente por que otros creen que es “violencia y ya” pero para mí es un humor negro increíblemente fino? ¿Por qué debo negar que muchas cosas en este modus vivendi de la sociedad están mal, simplemente para evitar que la gente a mi alrededor no se ofenda y no me tache de pesimista? Porque debo taparme los ojos y decir que esta crisis mundial y nacional no es más grande que tu corazón (que bueno que es tan grande!! Así cuando la crisis nos obligue a llegar al canibalismo, tu familia podrá freírlo para alimentarse y vivir varios días de él!)?


No puedo negar lo que soy... no puedo negar cómo soy… y aunque pudiera hacerlo en nombre de tan buenos y válidos motivos como los que tenía, no estoy seguro de que quisiera cambiar.


¿Baja autoestima? Ja… es la forma más fácil de desprestigiar a los que reniegan del Status Quo… ¿En verdad tienes baja autoestima porque te das cuenta de que hay otros caminos y que el que te marca la mayoría no es el que quieres seguir? ¿En verdad esta mal que los demás no entiendan por que te ríes en donde la mayoría se horroriza? ¿De veras estás equivocado en creer que este mundo esta mal y que los medios no te dicen la verdad?


En palabras de la grandísima Filosofa y gurú Daria (¡la mejor serie de todos los tiempos!):


“No tengo mi autoestima baja, tengo baja mi estima por los demás”.


¿Pesimista? Chale… pero si no hay personas con mayor esperanza y fe en el futuro, que aquellas que quieren cambiar las cosas para bien porque el presente sigue dejando atrás a muchos para darle todo a unos pocos… creemos en algo mejor, tenemos sueños frágiles que perseguir y certeza de que podemos lograrlo… vemos nuestras luchas personales con optimismo… que el Hoy no tenga futuro, no significa que no creamos en éste último.


Que rápido vuelvo a usar una frase de mi post anterior: “Donde hay duda, hay libertad”.


Hace un par de meses tuve una crisis de ideales, NADIE me pidió cambiar y no fue al intención de Nadie que yo cambiara, semejantes dudas fueron solo por MI culpa… supongo que hay que atravesar por estos terrenos de incertidumbre para reafirmar lo que uno es. Agradezco y aprecio infinitamente a la gente y circunstancias involucradas que me hicieron pasar por estas dudas.


Así pues, probablemente volveré a dudar de mi camino alguna otra vez, probablemente lo modifique, lo mejore, lo purifique, o tal vez, la vida me lleve por circunstancias que me hagan cambiarlo totalmente… pero hoy, así como en el Presente de cada uno de dichos momentos, todo estará bien mientras esté orgulloso de lo que soy y lo que pienso…


Finalmente, como usted mi buen lector(a) puede leer a un costado de este texto y como citó el buen Donatien Alphonse François en su testamento:



“… y mátame otra vez, o tómame como soy”



RVME-021108


(Gracias a los que llegaron hasta el final…)