Aquellos que Quieren Vivir en Paz
(Me cae que yo ya no iba a hablar de polaca, pero ¿qué le hacemos? el mundo me sigue picando la cresta (y a mí que no me gusta jugar al profeta de la devastación...) en fin: cada que hablo de política le caigo más mal a la gente que tiene la desfortuna de caer a este blog y pierdo lectores... pero ni modo, son los tiempos y nunca esta de más esa frase que reza: "Es mejor ser odiado por lo que eres que amado por lo que no eres")
Por motivos ajenos a mi malhora persona, hace alunos días me vi a mí mísmo prisionero de la TV (digo, sinceramente tengo formas mejores de perder el tiempo!) sin embargo, ese no fue el verdadero problema: el horror llegó directamente hacia mi ocio justo en el momento cuando una intensa lluvia se llevó al demonio las conexiones de la señal de cable y me encontré a merced, no sólo de la Televisión, sino peor aún: de la señal abierta.
Sé perfectamente que lo anterior sonó muy mamón, que sólo un bajo porcentaje de la gente con televisor tiene acceso a señales de paga y que en un país como este los servicios de este tipo son un lujo que no cualquiera se puede dar y la madre, pero ni modo, eso no cambia el punto: La señal abierta es una mierda.
Tras un par de tardes en las anteriores circunstancias, traté de tomar lo positivo y eso me llevó a una conclusión: Con razón... con razón el grueso de la gente piensa como piensa. Con razón la gente no se decide a abrir los ojos. Con razón hemos dejado atrás el concepto de seres y nos hemos convertido en zombiudadanos.
Durante dos tardes con sus noches, fui testigo, no sólo de la marea de estupidez y aculturalidad de los programas, sino del contenido subjetivo, visible e incluso descarado de propaganda que se mueve a través de las señales de los dos imperios de la hemandad de la flama catódica.
Pero no, me retracto, eso no es propaganda, es prácticamente un programa de reeducación. Conductismo en su más pura escencia.
Y por favor, sólo por un momento dejemos a un lado la putrefacta exposición de sexismo, la desvaloración, el anticivismo, el malinchismo, el clasismo, racismo y analfabetismo funcional que los programas, conductores, actores, presentadores y barra comercial escupen a diestra y siniestra y llena nuestras conciencias de mierda mediática (aunque es igual de grave o tal vez más). Ahora el centro de sus disparos es el odio: el odio al que piensa diferente (...tal vez la palabra "diferente" sobra en esta aseveracion).
Durante las campañas electorales fui un testigo atónito y asqueado de la increible cantdad de mierda que se dijo de un lado y del otro. La incitación a los manejables e indecisos a tener miedo absoluto de un cambio, de una directriz distinta (mejor o no, eso es decisión de cada quien) era el bombardeo diario... e, iluso yo, creí que se había acabado.
Tiene la misma intensidad esta nueva campaña de odio al prójimo, en la cual la rimbombante objetividad es violada día tras día por los "generadores de información". Es ese tipo de mensajes los que nos han hecho odiar a aquel que no esta conmigo, el que ha elevado el fascismo económico y clasista a estatus de Dios, el que nos hace gritar "pinches jodidos, déjenme pasar".
Y ese es el tipo de mensajes, el único tipo, que la gente promedio (la segunda en número en este país, después de los pobres) esta recibiendo. ¿Por qué no habría de creer en la tele, si es la que me entretiene? ¿si es la única que me saca del infierno de la rutina y de la realidad laboral?
Pero, ¿es justo? ¿es justo culpar a los medios por nuestra ceguera que cuando mucho llega a visión de caballo? al final, nadie puede culparlos, ¿por qué no apoyar la llegada a la silla del chaparrito, pelón, orejón que llegó por medio del fraude? (a ver a ver, de quién estoy hablando? ¿deja vu?) ¿por qué no respaldarlo si a fin de cuentas él va a proteger mis negocios, por apoyarlo a él me dieron una ley en el congreso cuyo cumplimiento elimina a la competencia y me da el oligopolio de los medios electrónicos?
¡¡Carajo!! ¡¿¡¿por qué no?!?! ¡¡ellos tienen una justificación para aplastar a aquellos que no se conforman!! ¡¡aquellos que no se cuadran!! ¡¡por supuesto que es justificable la campaña del miedo por parte de los medios!! ¡¡y de los grupos de poder de ahora también es justificable!! la impunidad, el enriquecimiento y el aumento de poder ¡¡son suficientes motivos para imponer a un mono a medio amaestrar para gobernar!!
Ellos tienen un motivo... pero nosotros NO.
Y aun sin motivos, odiamos a aquellos que se levantaron, aborrecemos a los que defienden sus creencias, despreciamos a los que viven bajo una carpa, los degradamos por no permitirnos circular libremente. Los odiamos, y tal vez en el fondo los envidiamos, porque ellos han encontrado una causa por la cual vale la pena morir.. y nosotros no seríamos capaces de luchar así por lo nuestro.
"Los Mexicanos queremos vivir en paz". Ese es el eslogan de la incitación mediática a olvidarnos a luchar, a olvidarno a pensar, a resignarnos con lo que tenemos, a permitir que nos atropellen. Vivir en paz.. vivir sin que nos moleste el humo de la casa del vecino que se incendia.. vivir con la tranquilidad de que al país entero lo pueden hacer pedazos si quieren, pero con la condición de que a mí no me toquen.
Y quieren vivir en paz aquellos que agreden a los que no se dejan agredir, aquellos que no son capaces de ver que si se chingan impunemente a uno, tienen la capacidad de chingarnos a todos, los que creen que derrepente a las dos cadenas televisoras les importa que doña chonita ya no venda periódicos enfrente de La Diana, aquellos que creen que si la gente no fue a los museos y exposiciones culturales en verano, es porque no podían llegar por el plantón. Aquellos que votaron por Roberto Madrazo y ante la humillación pública que eso significó, ahora buscan vendetta enviando correos burlándose del movimiento de millones. Aquellos que no votaron y ahora se sienten con autoridad a decir que los derechos de los peatones son más grandes que los derechos humanos y el derecho a la legalidad. Aquellos que no bajan de mugroso al que vende tamales en las calles del Centro Histórico pero que derrepente se sienten indignados porque a los hoteleros les bajó la clientela. Aquellos que tachan a los maestros de Oaxaca de violentos y piden a gritos que saquen a golpes de macana a la gente del zócalo.
Hoy una vida en paz es sólo un significado más para una vida de agachado.
Y si, es por ello que veo como los medios han convertido nuestras mentes en vomitorios de sus guías pablovianas de aculturación popular.
Y tal vez ahora se está haciendo tarde, pero son esos mismos excesos de mierda los que hacen despertar a algunos cuantos, los cuales tal vez algun día dejen de ser minoría y tengan el salvajismo intelectual y la capacidad de acción suficiente para derribar a los medios, y a aquellos que los soportan, del pedestal al que esta zoociedad de ciudadanos que quieren vivir en paz los ha elevado...
Por motivos ajenos a mi malhora persona, hace alunos días me vi a mí mísmo prisionero de la TV (digo, sinceramente tengo formas mejores de perder el tiempo!) sin embargo, ese no fue el verdadero problema: el horror llegó directamente hacia mi ocio justo en el momento cuando una intensa lluvia se llevó al demonio las conexiones de la señal de cable y me encontré a merced, no sólo de la Televisión, sino peor aún: de la señal abierta.
Sé perfectamente que lo anterior sonó muy mamón, que sólo un bajo porcentaje de la gente con televisor tiene acceso a señales de paga y que en un país como este los servicios de este tipo son un lujo que no cualquiera se puede dar y la madre, pero ni modo, eso no cambia el punto: La señal abierta es una mierda.
Tras un par de tardes en las anteriores circunstancias, traté de tomar lo positivo y eso me llevó a una conclusión: Con razón... con razón el grueso de la gente piensa como piensa. Con razón la gente no se decide a abrir los ojos. Con razón hemos dejado atrás el concepto de seres y nos hemos convertido en zombiudadanos.
Durante dos tardes con sus noches, fui testigo, no sólo de la marea de estupidez y aculturalidad de los programas, sino del contenido subjetivo, visible e incluso descarado de propaganda que se mueve a través de las señales de los dos imperios de la hemandad de la flama catódica.
Pero no, me retracto, eso no es propaganda, es prácticamente un programa de reeducación. Conductismo en su más pura escencia.
Y por favor, sólo por un momento dejemos a un lado la putrefacta exposición de sexismo, la desvaloración, el anticivismo, el malinchismo, el clasismo, racismo y analfabetismo funcional que los programas, conductores, actores, presentadores y barra comercial escupen a diestra y siniestra y llena nuestras conciencias de mierda mediática (aunque es igual de grave o tal vez más). Ahora el centro de sus disparos es el odio: el odio al que piensa diferente (...tal vez la palabra "diferente" sobra en esta aseveracion).
Durante las campañas electorales fui un testigo atónito y asqueado de la increible cantdad de mierda que se dijo de un lado y del otro. La incitación a los manejables e indecisos a tener miedo absoluto de un cambio, de una directriz distinta (mejor o no, eso es decisión de cada quien) era el bombardeo diario... e, iluso yo, creí que se había acabado.
Tiene la misma intensidad esta nueva campaña de odio al prójimo, en la cual la rimbombante objetividad es violada día tras día por los "generadores de información". Es ese tipo de mensajes los que nos han hecho odiar a aquel que no esta conmigo, el que ha elevado el fascismo económico y clasista a estatus de Dios, el que nos hace gritar "pinches jodidos, déjenme pasar".
Y ese es el tipo de mensajes, el único tipo, que la gente promedio (la segunda en número en este país, después de los pobres) esta recibiendo. ¿Por qué no habría de creer en la tele, si es la que me entretiene? ¿si es la única que me saca del infierno de la rutina y de la realidad laboral?
Pero, ¿es justo? ¿es justo culpar a los medios por nuestra ceguera que cuando mucho llega a visión de caballo? al final, nadie puede culparlos, ¿por qué no apoyar la llegada a la silla del chaparrito, pelón, orejón que llegó por medio del fraude? (a ver a ver, de quién estoy hablando? ¿deja vu?) ¿por qué no respaldarlo si a fin de cuentas él va a proteger mis negocios, por apoyarlo a él me dieron una ley en el congreso cuyo cumplimiento elimina a la competencia y me da el oligopolio de los medios electrónicos?
¡¡Carajo!! ¡¿¡¿por qué no?!?! ¡¡ellos tienen una justificación para aplastar a aquellos que no se conforman!! ¡¡aquellos que no se cuadran!! ¡¡por supuesto que es justificable la campaña del miedo por parte de los medios!! ¡¡y de los grupos de poder de ahora también es justificable!! la impunidad, el enriquecimiento y el aumento de poder ¡¡son suficientes motivos para imponer a un mono a medio amaestrar para gobernar!!
Ellos tienen un motivo... pero nosotros NO.
Y aun sin motivos, odiamos a aquellos que se levantaron, aborrecemos a los que defienden sus creencias, despreciamos a los que viven bajo una carpa, los degradamos por no permitirnos circular libremente. Los odiamos, y tal vez en el fondo los envidiamos, porque ellos han encontrado una causa por la cual vale la pena morir.. y nosotros no seríamos capaces de luchar así por lo nuestro.
"Los Mexicanos queremos vivir en paz". Ese es el eslogan de la incitación mediática a olvidarnos a luchar, a olvidarno a pensar, a resignarnos con lo que tenemos, a permitir que nos atropellen. Vivir en paz.. vivir sin que nos moleste el humo de la casa del vecino que se incendia.. vivir con la tranquilidad de que al país entero lo pueden hacer pedazos si quieren, pero con la condición de que a mí no me toquen.
Y quieren vivir en paz aquellos que agreden a los que no se dejan agredir, aquellos que no son capaces de ver que si se chingan impunemente a uno, tienen la capacidad de chingarnos a todos, los que creen que derrepente a las dos cadenas televisoras les importa que doña chonita ya no venda periódicos enfrente de La Diana, aquellos que creen que si la gente no fue a los museos y exposiciones culturales en verano, es porque no podían llegar por el plantón. Aquellos que votaron por Roberto Madrazo y ante la humillación pública que eso significó, ahora buscan vendetta enviando correos burlándose del movimiento de millones. Aquellos que no votaron y ahora se sienten con autoridad a decir que los derechos de los peatones son más grandes que los derechos humanos y el derecho a la legalidad. Aquellos que no bajan de mugroso al que vende tamales en las calles del Centro Histórico pero que derrepente se sienten indignados porque a los hoteleros les bajó la clientela. Aquellos que tachan a los maestros de Oaxaca de violentos y piden a gritos que saquen a golpes de macana a la gente del zócalo.
Hoy una vida en paz es sólo un significado más para una vida de agachado.
Y si, es por ello que veo como los medios han convertido nuestras mentes en vomitorios de sus guías pablovianas de aculturación popular.
Y tal vez ahora se está haciendo tarde, pero son esos mismos excesos de mierda los que hacen despertar a algunos cuantos, los cuales tal vez algun día dejen de ser minoría y tengan el salvajismo intelectual y la capacidad de acción suficiente para derribar a los medios, y a aquellos que los soportan, del pedestal al que esta zoociedad de ciudadanos que quieren vivir en paz los ha elevado...