Sueños de un Tiempo Ausente...
Y sólo aquellos que son demasiado optimistas para ver la realidad, han de pensar en el futuro...
Mientras que miles y miles luchan día tras día por alcanzar estabilidad y se olvidan del equilibrio, algunos otros entienden el verdadero fin del mundo que nos invade cada que el sol se oculta. Demasiado tiempo para reflexionar en un tiempo que creemos que nos alcanzará mañana, cuando no somos capaces de entender que jámas llegaremos al futuro.
Asi que, ¿por qué preocuparse por lo que he de tener mañana? ¿Por qué crear patrimonios basados en la credulidad social y el establecimiento material, si de todas formas para cuando llegue el momento que soñamos como futuro no será nada más que un presente desperdiciado en pensamientos utópicos?
De ahí que, el futuro no exista... es sólo un mito que insistimos en crear para iluminar nuestra pequeña mente con la esperanza de que aún existe un motivo por el cual forjar poder. Un mito que soñamos para justificar nuestra falta de compromiso con el presente y la excusa perfecta para desperdiciar nuestras vidas en acumular estatus.
¿Por qué he de hacer caso a las voces que insisten en reternerme en una vida prediseñada con la amenaza de "Qué vas a hacer mañana cuando tengas una responsabilidad que afrontar" y que parecen ignorar que ya tengo compromisos que atender que sólo me hacen construir fortalezas sobre el mar y esperanzas de tiempos ausentes?
Consciente de la jugarreta que le juego a mi ser con el dogma que el mañana representa, simplemente no hago nada. Aquí sigo, en el mismo camino que todos a mi alrededor y alrededor suyo... incapaz de mandar el futuro al carajo para vivir el presente y comenzar a valorar lo que tengo en vez de olvidarme de él lamentando lo que se fue y lo que vendrá.
Me burlo de un razonamiento hueco, al continuar desperdiciando el tiempo con pensamientos relativos a sí mismo.
No es que no me preocupe el futuro, no es que sea un fatalista; es que simplemente no vale la pena seguir rogando a los cielos por un tiempo que nunca vendrá y que jamás alcanzaremos... sin entender que, si un día lo hacemos, entonces no quedará nada más por vivir.
Pero, hey! yo no dije nada. Ya regresaré a escribir algo más en este espacio, pero será en un futuro, cuando tenga tiempo...
Mientras que miles y miles luchan día tras día por alcanzar estabilidad y se olvidan del equilibrio, algunos otros entienden el verdadero fin del mundo que nos invade cada que el sol se oculta. Demasiado tiempo para reflexionar en un tiempo que creemos que nos alcanzará mañana, cuando no somos capaces de entender que jámas llegaremos al futuro.
Asi que, ¿por qué preocuparse por lo que he de tener mañana? ¿Por qué crear patrimonios basados en la credulidad social y el establecimiento material, si de todas formas para cuando llegue el momento que soñamos como futuro no será nada más que un presente desperdiciado en pensamientos utópicos?
De ahí que, el futuro no exista... es sólo un mito que insistimos en crear para iluminar nuestra pequeña mente con la esperanza de que aún existe un motivo por el cual forjar poder. Un mito que soñamos para justificar nuestra falta de compromiso con el presente y la excusa perfecta para desperdiciar nuestras vidas en acumular estatus.
¿Por qué he de hacer caso a las voces que insisten en reternerme en una vida prediseñada con la amenaza de "Qué vas a hacer mañana cuando tengas una responsabilidad que afrontar" y que parecen ignorar que ya tengo compromisos que atender que sólo me hacen construir fortalezas sobre el mar y esperanzas de tiempos ausentes?
Consciente de la jugarreta que le juego a mi ser con el dogma que el mañana representa, simplemente no hago nada. Aquí sigo, en el mismo camino que todos a mi alrededor y alrededor suyo... incapaz de mandar el futuro al carajo para vivir el presente y comenzar a valorar lo que tengo en vez de olvidarme de él lamentando lo que se fue y lo que vendrá.
Me burlo de un razonamiento hueco, al continuar desperdiciando el tiempo con pensamientos relativos a sí mismo.
No es que no me preocupe el futuro, no es que sea un fatalista; es que simplemente no vale la pena seguir rogando a los cielos por un tiempo que nunca vendrá y que jamás alcanzaremos... sin entender que, si un día lo hacemos, entonces no quedará nada más por vivir.
Pero, hey! yo no dije nada. Ya regresaré a escribir algo más en este espacio, pero será en un futuro, cuando tenga tiempo...