Hoy Sigues Aquí

No tengo palabras suficientes para expresarte cuánta falta me haces...

Los años se llevaron la melancolía, pero no cubrieron tu presencia. El tiempo cura el dolor, pero no borra los recuerdos. Sin embargo no eres un pretexto para caerse en la depresión: nunca fuiste una partida que lamentar, sino una vida que celebrar.

Te fuiste justo como todo el mundo sueña irse: exactamente en el momento que tú quisiste. Porque la vida no vale más que la dignidad humana, y sin dignidad humana no vale la pena la vida.

Eres mi sendero, porque el día que elegí el camino que seguiría, lo hice pensando en tí y esa es probablemente la mejor decisión que he tomado en mi existencia.

Y sin importar cuánto quisiera escribir aquí para que quede claro lo que aún representas en mi vida, no quedan más palabras, pues te fuiste sabiéndo exactamente todo lo que significas para mí...

Hoy no hay más lamentos. Hoy no hay más dolor. Hoy no hay nada más que decir.

Excepto que Hoy sigues aquí...