El Equilibrista (la Luz y el Equilibrio)
Sin lugar a dudas, y con mayor confirmación en los últimos tiempos, la Luz es el camino del Equilibrio. Mas para que los rayos luminosos alcancen el fondo de ser, es necesario romper los obstáculos. Aun cuando la luz no decida hacerlo, es deber de aquel que será ilumniado quirarlos, propios o no, poderosos o débiles.
Pero en aquella noche cuando la Luz, a punto de irse, en el momento en que el mundo entero la desviaba de su camino con el único fin del bien común, el Equilibrio luchaba por aferrarse a ella.
A veces es el mismo Presente el que se empeña en que las cosas no resulten, pero la lógica si bien no ayuda, tampoco debe dejarse de aplicar... así pues, si el equilibrio busca la luz, y la luz puede obtener el equilibrio cuando desee, ni siquiera la oscuridad programada del mundo a su alrededor puede intervenir.
El pasado que tanto teme y frustra al Equilibrio no fue sufciente. El futuro y su necesidad de sentirlo por parte de la Luz no tuvo lugar ni competencia. En ese momento, cuando la Luz y el Equilibrio se encuentran frente a frente y la fuerza de vountad y el deseo de permanecer los hace uno, el tiempo se detiene.
Ahí, convertidos en un solo ser, nada más importa. Nada más se oye. Nada más vale la pena. El tiempo se detuvo, el aire dejó de circular, la sangre hervía... congelados en ese instante, sujetos el uno del otro, sosteniéndose mutuamente del abismo que a sus pies se abre y amenaza con devorarlos... volando al paraíso mientras el infierno clama por sus nombres.
Y el mundo.. aah, el mundo... no es ni será algo importante en esta conjunción... ambos, la Luz junto al Equilibrio, se volvieron el todo, el uno, el balance universal... y por un instante que debería durar la eternidad pero que jamás sera suficiente, esta reencarnación y todas las pasadas y futuras valieron la pena.
Pero inmersos en ese instante que te corta la respiración, que te hacen olvidar que un cosmos entero gira (aun cuando el propio se llene de gloria), el convencionalismo y el ambiente del cual se huye, interrumpe y te regresa a la realidad.
Y entonces el pasado regresa a atormentar al Equilibrio, mientras que el futuro no es un lugar donde dicho Equilibrio exista para la Luz... y la imposición de aquellos detrás de uno los obligan a dejar su universo en oscuridad y sin balance: uno sin el otro.
Mas aquel momento, donde el aire no existió y el tiempo y el mundo no significaron nada, perdurará para siempre...
Pero en aquella noche cuando la Luz, a punto de irse, en el momento en que el mundo entero la desviaba de su camino con el único fin del bien común, el Equilibrio luchaba por aferrarse a ella.
A veces es el mismo Presente el que se empeña en que las cosas no resulten, pero la lógica si bien no ayuda, tampoco debe dejarse de aplicar... así pues, si el equilibrio busca la luz, y la luz puede obtener el equilibrio cuando desee, ni siquiera la oscuridad programada del mundo a su alrededor puede intervenir.
El pasado que tanto teme y frustra al Equilibrio no fue sufciente. El futuro y su necesidad de sentirlo por parte de la Luz no tuvo lugar ni competencia. En ese momento, cuando la Luz y el Equilibrio se encuentran frente a frente y la fuerza de vountad y el deseo de permanecer los hace uno, el tiempo se detiene.
Ahí, convertidos en un solo ser, nada más importa. Nada más se oye. Nada más vale la pena. El tiempo se detuvo, el aire dejó de circular, la sangre hervía... congelados en ese instante, sujetos el uno del otro, sosteniéndose mutuamente del abismo que a sus pies se abre y amenaza con devorarlos... volando al paraíso mientras el infierno clama por sus nombres.
Y el mundo.. aah, el mundo... no es ni será algo importante en esta conjunción... ambos, la Luz junto al Equilibrio, se volvieron el todo, el uno, el balance universal... y por un instante que debería durar la eternidad pero que jamás sera suficiente, esta reencarnación y todas las pasadas y futuras valieron la pena.
Pero inmersos en ese instante que te corta la respiración, que te hacen olvidar que un cosmos entero gira (aun cuando el propio se llene de gloria), el convencionalismo y el ambiente del cual se huye, interrumpe y te regresa a la realidad.
Y entonces el pasado regresa a atormentar al Equilibrio, mientras que el futuro no es un lugar donde dicho Equilibrio exista para la Luz... y la imposición de aquellos detrás de uno los obligan a dejar su universo en oscuridad y sin balance: uno sin el otro.
Mas aquel momento, donde el aire no existió y el tiempo y el mundo no significaron nada, perdurará para siempre...