Los Otros
Mira hacia arriba...
Mira bien... ¡no guey, no al techo!, al cielo...
Más alla del infinito, ese infinito que sabes que, a pesar de estar tan visible como las negras nubes, es imposible de alcanzar.
Pero carajo, creo que ya hasta choteado se ha vuelto el que esté hablando de sueños que se buscan, destinos que se forjan, vidas que se prediseñan.
Entonces, ahora bajo que so pretexto vuelvo a este tópico?
Facil. Porque parece que, contra viento, marea, traumas y complejos, comienzo a entenderlo... pero Los Otros no.
Cuando por fin, ante toda la mierda que se te presenta en la vida, TU encuentras las razones suficientes dentro de TU persona, para saber que TU eres algo más allá del primer burdo y superyoizado concepto que TU tenías de TI mismo, nunca faltan l@s que se encargan de mostrarte que no eres más que lo que OTROS ven.
Vamos mis querid@s blogger@s: que chingue su madre de aqui al cerro y de regreso aquel que le cruze por la mente un "aaaay, pero es que lo que importa es lo que tuuu pieensas, no lo que piensan los demaaas" porque ¡eso significaría que uste' ha vivido en una cueva durante toda su vida!
Vamos a hablar al pelo (¡pelos! ¡pelos! ¡pelos!): por supuesto que uno no puede andar moviendo la vela de su vida al ritmo de los vientos de la crítica, pero tristemente, a sangre fría y con un nudo en la garganta (¡¡¡analogía que me provoca pánico, por cierto!!!), tenemos que aceptar que tampoco se puede navegar sin que esos vientos soplen sobre nuestra frágil embarcación en una tormenta de emociones.
Caray... no hay nada peor que darte cuenta de que no eres la única rosa en el universo (esta metafora fue patrocinada por El Principito, ¡que quede claro!) no hay nada peor que darte cuenta de que tus esfuerzos no valen nada, que no importa que tu vida este llena de metas conquistadas y objetivos que no te vieron ni el polvo... los otros, aquellos con los que tienes que lidiar y convivir en sociedad, aquellos lejanos, cercanos, directos e hipócritas, siguen viendo el pie del cual cojeas, en vez de ver el pie con el que saltas.
El problema en epílogo es que, los prejuiciosos ojos de los lejanos hacen que tu sangre hierva... pero los prejuiciosos ojos de los cercanos, hacen que tu sangre se evapore...
Chale... con razón Nicole Kidman les tenía tanto miedo...
Mira bien... ¡no guey, no al techo!, al cielo...
Más alla del infinito, ese infinito que sabes que, a pesar de estar tan visible como las negras nubes, es imposible de alcanzar.
Pero carajo, creo que ya hasta choteado se ha vuelto el que esté hablando de sueños que se buscan, destinos que se forjan, vidas que se prediseñan.
Entonces, ahora bajo que so pretexto vuelvo a este tópico?
Facil. Porque parece que, contra viento, marea, traumas y complejos, comienzo a entenderlo... pero Los Otros no.
Cuando por fin, ante toda la mierda que se te presenta en la vida, TU encuentras las razones suficientes dentro de TU persona, para saber que TU eres algo más allá del primer burdo y superyoizado concepto que TU tenías de TI mismo, nunca faltan l@s que se encargan de mostrarte que no eres más que lo que OTROS ven.
Vamos mis querid@s blogger@s: que chingue su madre de aqui al cerro y de regreso aquel que le cruze por la mente un "aaaay, pero es que lo que importa es lo que tuuu pieensas, no lo que piensan los demaaas" porque ¡eso significaría que uste' ha vivido en una cueva durante toda su vida!
Vamos a hablar al pelo (¡pelos! ¡pelos! ¡pelos!): por supuesto que uno no puede andar moviendo la vela de su vida al ritmo de los vientos de la crítica, pero tristemente, a sangre fría y con un nudo en la garganta (¡¡¡analogía que me provoca pánico, por cierto!!!), tenemos que aceptar que tampoco se puede navegar sin que esos vientos soplen sobre nuestra frágil embarcación en una tormenta de emociones.
Caray... no hay nada peor que darte cuenta de que no eres la única rosa en el universo (esta metafora fue patrocinada por El Principito, ¡que quede claro!) no hay nada peor que darte cuenta de que tus esfuerzos no valen nada, que no importa que tu vida este llena de metas conquistadas y objetivos que no te vieron ni el polvo... los otros, aquellos con los que tienes que lidiar y convivir en sociedad, aquellos lejanos, cercanos, directos e hipócritas, siguen viendo el pie del cual cojeas, en vez de ver el pie con el que saltas.
El problema en epílogo es que, los prejuiciosos ojos de los lejanos hacen que tu sangre hierva... pero los prejuiciosos ojos de los cercanos, hacen que tu sangre se evapore...
Chale... con razón Nicole Kidman les tenía tanto miedo...