No Andaba Muerto, Andaba en la Baranda

Lo sé, lo sé... sé que no han comido, no han dormido, no van a trabajar o a la escuela y no le ponen jorge al niño sólo de pensar qué es lo que ha sido de mí... sé que sus lunáticas y frenéticas sinapsis pensaron que me había atrapado un grupo de derechistas y me había quemado a fuego lento para dar buen ejemplo y mejor sazón... sé que su paranóica mente no se detenía pensando que había cambiado ambos teclados por un AK, me había puesto una máscara, me había unido a un grupo radical y que iba a empezar a bombardear edificios; pero no, todavía no...

Si bien ayer ya mero me arrastra el agua hacia las profundidades de los dominios de los hombres tuzo, con todo y mi potente e improvisado acorazado Chew-Baccar (bautizado así por cierto santo que ronda las ligas de mi blog) para no volver a ser visto jamás por ojo humano, la tierra me escupió de vuelta y todo sigue normal: mi ausencia no se debe a nada más que a prioridades personales.

Pero, ¿no les digo? nomas me ausento de este ricón del lacras un par de semanas y el país se para de cabeza (¡si es que no se la han cortado y apareció echando punchis-punchis en algun antro!) así que me tendré que poner a teclear como loco y ponerme al día, porque sé que no puede seguir el curso de sus vidas sin ser testigos del universo ejecutándose a través de mis marchitos ojos de cristal... o al menos de ver cómo se me escapan las cabras al monte.

Así que no más lágrimas mis millones de lectores: ¡he vuelto! y para su desgracia igual de retorcido y desquiciado mental... ¡o tal vez más!