Los Desterrados: Las Tres Fauces de El Príncipe
"¡Oh! ¡Qué maravilla fue para mí ver que tenía tres rostros en su cabeza! mostraba uno delante, y éste era colorado; de los otros dos que se unían a éste, encima de cada uno de los hombros juntándose a los lados de la frente, el de la derecha me pareció entre amarillo y blanco, y el izquierdo ofrecía el aspecto de los que vienen del país por donde se extiende el Nilo..."
(tres caras: roja una, amarilla otra y la tercera negra: el odio, la impotencia y la ignorancia)
El Odio y la Impotencia ante la Ignorancia...
La sabiduria que irradía el Trigésimocuarto Canto de La Comedia de Dante es, por mucho, una representación fiel de las fases expresadas por todos y cada uno de aquellos que han vivido lo que esta vida prediseñada te envía cuando los seres de arriba (por escalafón, jamás por capacidad) no cuentan más con la capacidad suficiente para analizar tu trascendencia; y uno se ve obligado a vagar por los remolinos eternos, al haber perdido la gracia de seguir adelante en la monotonía de una rutina obligatoria...
"Cuán atonito y mudo quedé entonces, no pretendas, ¡oh lector! averiguarlo; yo no lo ecribo, porque sería poco cuan dijera. No estaba muerto ni vivo: considera tú, si algún asomo tienes de ingenio, cuál me vería yo allí, privado de la vida y de la muerte..."
Dante poco podía hacer para describir su visión de El Príncipe... yo no soy Dante, ergo, tengo un vocabulario muchísimo menos vasto para describir semejante atrocidad, cometida esta vez hacia personas muy estimadas por este Equilibrista, pero que, para desgracia colectiva, se unen a una fila interminable de seres cuyo pecado ha sido, después de haber sido devorados por arpías durante su tiempo en este servicio público, el no existir más en un documento contable, lo cual los condena al círculo del olvido...
"Tente bien: por este trance hay que pasar para alejarse de tantos males..."
Venga pues, mi más profunda comunión con su tumba superficial: los entierran, pero esto no debe tener profundidad en sus vidas... la tierra que le hacen tragar no será suficiente para que, gente como nosotros no logre salir una vez más avante.
Paciencia a todos l@s exiliados: Después de los hielos del último circulo del Infierno, sigue la reflexión del Purgatorio y finalmente, para aquellos más capaces, el Paraíso.
...
Mientras tanto: las tres fauces de El Príncipe han quedado vacantes para los verdugos ciegos de aquellos que fueron, son y serán injustamente desterrados...
(tres caras: roja una, amarilla otra y la tercera negra: el odio, la impotencia y la ignorancia)
El Odio y la Impotencia ante la Ignorancia...
La sabiduria que irradía el Trigésimocuarto Canto de La Comedia de Dante es, por mucho, una representación fiel de las fases expresadas por todos y cada uno de aquellos que han vivido lo que esta vida prediseñada te envía cuando los seres de arriba (por escalafón, jamás por capacidad) no cuentan más con la capacidad suficiente para analizar tu trascendencia; y uno se ve obligado a vagar por los remolinos eternos, al haber perdido la gracia de seguir adelante en la monotonía de una rutina obligatoria...
"Cuán atonito y mudo quedé entonces, no pretendas, ¡oh lector! averiguarlo; yo no lo ecribo, porque sería poco cuan dijera. No estaba muerto ni vivo: considera tú, si algún asomo tienes de ingenio, cuál me vería yo allí, privado de la vida y de la muerte..."
Dante poco podía hacer para describir su visión de El Príncipe... yo no soy Dante, ergo, tengo un vocabulario muchísimo menos vasto para describir semejante atrocidad, cometida esta vez hacia personas muy estimadas por este Equilibrista, pero que, para desgracia colectiva, se unen a una fila interminable de seres cuyo pecado ha sido, después de haber sido devorados por arpías durante su tiempo en este servicio público, el no existir más en un documento contable, lo cual los condena al círculo del olvido...
"Tente bien: por este trance hay que pasar para alejarse de tantos males..."
Venga pues, mi más profunda comunión con su tumba superficial: los entierran, pero esto no debe tener profundidad en sus vidas... la tierra que le hacen tragar no será suficiente para que, gente como nosotros no logre salir una vez más avante.
Paciencia a todos l@s exiliados: Después de los hielos del último circulo del Infierno, sigue la reflexión del Purgatorio y finalmente, para aquellos más capaces, el Paraíso.
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Mientras tanto: las tres fauces de El Príncipe han quedado vacantes para los verdugos ciegos de aquellos que fueron, son y serán injustamente desterrados...